Porque el enemigo ha apuntado todas sus baterías para allí.
Pero esto es difícil de visualizar para los humanos.
Porque no vemos al demonio directamente sino sus actividades a través de seres humanos.

En este artículo presentamos lo que ha dicho Sor Lucía sobre esa Batalla Final.
Y luego nos enfocaremos en mostrar como se ve esa batalla desde una óptica humana.
Donde operan visualmente hombres contra hombres e ideas contra ideas.
Esto nos obliga a los cristianos a operar en dos niveles.
Por un lado orar respecto a la parte de la Batalla que no es nuestra.
O sea la lucha de Dios contra el demonio, de la que nos da cuenta Sor Lucía.
Y por otro lado, nos obliga a operar en el campo en que podemos hacerlo, en la Tierra.
Compitiendo contra hombres e ideas malignas, que es lo único que realmente podemos ver que tenemos adelante.
SOR LUCÍA DE FÁTIMA DIJO QUE LA BATALLA FINAL SERÁ SOBRE LA FAMILIA Y GENERARÁ APOSTASÍA EN LOS ALTOS MANDOS DE LA IGLESIA
Un importante testimonio de Alice von Hildebrand, esposa del reconocido filósofo Dietrich von Hildebrand, hablando sobre el tercer secreto de Fátima y la familia, es recogido por el sitio One Peter Five.

El mensaje recibido por Sor Lucía, la vidente de Fátima, indica que el cielo no sólo ha previsto esta gran crisis, sino que nos ha prevenido.
Con el fin de tranquilizar a los católicos que, suceda lo que suceda en el futuro inmediato, Cristo sigue siendo el jefe indiscutible de su Iglesia.
Y que el Corazón Inmaculado de su Santísima Madre triunfará al final.
En estos tiempos en que la familia está bajo ataque y que en los altos niveles de autoridad de la Iglesia reina la confusión sobre la doctrina y lo pastoral sobre este tema, el mensaje es profundamente consolador.
En 1980 Sor Lucía, escribió una carta importante a Monseñor (luego cardenal) Carlo Caffarra.
Después que el Papa Juan Pablo le pidió comenzar un nuevo Instituto Pontificio de Estudios sobre el Matrimonio y la Familia, Caffarra escribió a la Hermana Lucía, solicitando simplemente sus oraciones para esta empresa.
Y se ha dado a conocer recientemente la sorpresa que tuvo en el momento al recibir una carta muy larga con su firma.
En ella Sor Lucía escribe:
“La batalla final entre el Señor y el reino de Satanás se hará sobre el matrimonio y la familia.
No temas, porque cualquier persona que trabaje para la santidad del matrimonio y la familia siempre será agredido y acusado en todos los sentidos, porque esta es una cuestión decisiva”.
Y luego ella concluye
“De cualquier forma, la Virgen ya le ha aplastado la cabeza”.
Esta seguridad es alentadora, porque quince años después que la Hermana Lucía escribió esa carta, el cardenal Luigi Ciappi (1909-1996), consejero teológico personal de cinco Papas, hizo una revelación sorprendente sobre la parte del secreto de Fátima que el Vaticano no había ha dado a conocer.
El cardenal Ciappi, una de las pocas personas que habían visto el secreto completo, escribió en una carta de 1995 al Profesor Baumgartner de Salzburgo:
“En el tercer secreto se predice, entre otras cosas, que la gran apostasía en la Iglesia comenzará por la parte superior”.
Tal impactante profecía explicaría por qué la hermana Lucía misma confesó estar angustiada, por qué el Papa Juan XXIII decidió no publicarla en la fecha prevista en 1960.
Y por qué el cardenal Alfredo Ottaviani del Santo Oficio, en respuesta a la pregunta de un reportero, dijo ácidamente que el Tercer secreto había sido relegado “a la parte inferior de los archivos del Vaticano, que es donde se merece estar”.
Ottaviani pensaría que un mensaje tan atroz podría perturbar la fe de muchos católicos en la Sede de Pedro.
Lo cierto es que hoy la confusión sobre la doctrina de la familia campea en la cúpula de la Iglesia.
Para leer la carta completa mira aquí.
¿Pero como se ve todo esto que estaría sucediendo a un nivel invisible para los ojos humanos en la Tierra?
¿Cómo lo podemos traducir a las batallas de los hombres, sobre las ideas, las costumbres, las leyes y las cosas que pasan en la Tierra?

LA CORRUPCIÓN DE LA IDEA DE LIBERTAD
Con frecuencia, en la raíz de estos ataques a la familia hay la corrupción de lo que Juan Pablo II ha llamado "la idea y la experiencia de la libertad".
En el último análisis del Papa, subyace la idea de que las instituciones sociales y económicas están apoyadas no en una noción de la libertad concebida como la capacidad de realizar la verdad, "sino como una fuerza autónoma de autoafirmación" (Familiaris Consortio 6).
El hombre y la mujer en el matrimonio están llamados a encarnar el amor de donación de Cristo.
Difícilmente puede haber un testigo más atractivo de amor que se entrega que una familia en oración.
Los cristianos tendrán que reevaluar el concepto de igualdad, empezando por su unidad de medida.
La igualdad se mide usualmente por el voto, por el salario, por un aumento de sueldo - en otras palabras, de acuerdo con algún criterio político o económico.
Aun aceptando por el momento una concepción estrictamente materialista de la igualdad, desde hace un tiempo nos hemos pasado de la igualdad de oportunidades a la necesidad práctica de la conformidad.
REVALUANDO EL CONCEPTO DE SATISFACCIÓN
Yendo más allá de Marx, para los católicos la felicidad no se mide principalmente por los dólares y centavos.
La virtud es una moneda mucho más estable.
¿Es realmente cierto que la mayoría de las mujeres son más felices en la oficina y no en la casa?
Es de destacar que las mujeres siempre dicen que no obtienen su mayor satisfacción en el trabajo fuera del hogar.
Esta preferencia es tanto más marcada para las mujeres con niños.
En un reciente estudio de Pew, cuando a las madres con hijos menores de 18 años se les preguntó sobre su más importante fuente de satisfacción, el 51 por ciento citó la relación con sus hijos, el 29 por ciento citó la relación con su esposo o concubino, mientras que tan sólo el 1 por ciento citó su trabajo o carrera.
¿Por qué esa expectativa de las mujeres no se puede cumplir en el hogar?
El matrimonio y la catequesis de adolescentes en esta área debe pasar a la ofensiva.

EL PAPEL DE LA MUJER COMO MADRE
A través del siglo XX se ha producido una renovación del pensamiento acerca de la vocación de la familia, incluyendo el pensamiento sobre el papel de la mujer.
Juan Pablo II señaló que si bien la ampliación del acceso al trabajo público es en cierto sentido una ganancia genuina, no lo es sin pérdidas.
A lo largo de los escritos de Juan Pablo II, al igual que en la carta apostólica Mulieris dignitatem y su Carta a las familias, señala que los hombres y las mujeres llegan a su verdadera estatura sólo a través de la auto-donación de amor.
En las mujeres este don de sí se realiza característicamente a través de la crianza de un niño.
Por lo tanto, la maternidad en las mujeres (que también se puede expresar en la crianza de los hijos espirituales), debe ser honrada incluso por encima de las valiosas contribuciones que realizan en las esferas política y económica ( Mulieris dignitatem 18).
Lamentablemente, hoy en día el papel maternal ha sido tan ridiculizado que para muchas no es ni deseable ni posible alimentar a la familia en el hogar.
Una sociedad donde el gobierno hace que sea fácil el divorcio y difícil a las mamás quedarse en casa no es progresista, sino que tiende a la muerte.
Para ello Juan Pablo II sostuvo que:
"la sociedad debe ser estructurada de tal manera que las esposas y las madres de hecho no deben ser obligadas a trabajar fuera del hogar" (Familiaris consortio,23).
NO ES UNA ESPERANZA POCO REALISTA
Hay algunos puntos interesantes sobre los que operar.
Las leyes podrían dejar de penalizar a las mujeres que se quedan en casa.
Como punto de partida: una mayor reducción de impuestos podrían ser redirigidos hacia las familias con hijos a cargo.
Las leyes podrían permitir un mayor uso de la vivienda como lugar de trabajo.
Las familias homeschooling puede ser liberadas de una parte de los impuestos de propiedad, y así sucesivamente.
Más importante aún, las mujeres y sus esposos tendrán que redescubrir la belleza de la maternidad.
Los niños son una bendición, darles la bienvenida requiere que ajustemos nuestros hábitos de consumo.
Si realmente creen que criar hijos es una tarea más noble que la acumulación de riqueza, entonces puede ser que los matrimonios jóvenes tengan que bajar sus expectativas económicas.
En pocas palabras, los católicos tendrán que volver a aprender a hacer caso no sólo al matrimonio tradicional, sino también abrirse a muchos niños.
En efecto, no sólo el florecimiento humano requiere una sólida economía y una organización política estable, sino que también requiere amor.
Y no hay mejor manera de aprender a amar que en una familia abierta a la vida.

LAS FAMILIAS NUMEROSAS PUEDEN FOMENTAR LA SANTIDAD
Para los padres, aquí hay tres mecanismos negativos: dormir menos, el aumento de costos, y más trabajo.
Tres grandes razones, para que algunos piensen intencionalmente evitar hijos.
Y muchos lo hacen.
Pero no si su objetivo es el cielo.
De hecho, los frutos del amor conyugal producen las condiciones por naturaleza que los monjes y las monjas tienen que imponerse a sí mismos por la gracia.
Es decir, mediante la aceptación de los consejos evangélicos de pobreza, castidad y obediencia.
En este sentido hay una famosa historia de la vida de Santa Teresa de Lisieux en el Carmelo.
Entonces, como ahora dentro de un monasterio hay una campana que llama a la oración común.
Así fue la obediencia de Teresa que en su primer tañido lanzaba su pluma, dejando una palabra a medio formar en la página.
Pues bien, en la iglesia doméstica, el llanto de un niño es como la campana de Santa Teresa.
Sin duda, esto no siempre funciona para que una joven madre se quede en casa.
Tampoco todas las parejas abren su vida a la bendición de hijos.
Estas ausencias son una causa de dolor para esos padres.
Lamentablemente, cada vez más parejas ven que las ganancias en tiempos pasados son reconocidas como una pérdida.
En casi todas las culturas humanas familias numerosas han sido un signo de bendición.
Según el Catecismo:
"La Sagrada Escritura y la práctica tradicional de la Iglesia ven en las familias numerosas un signo de la bendición de Dios y la generosidad de los padres" (CIC 2373).
Los niños bendicen a abuelos y primos porque llevan alegría contagiosa.
Los niños bendicen a hermanos y hermanas, ya que ofrecen amistad inmediata.
Los niños bendicen a mamá y papá, sobre todo, porque se convierten en padres adultos.
A diferencia de cualquier otro regalo, un nuevo bebé ofrece a los padres la oportunidad de crecer en el amor.
El intercambio de tales regalos sólo es posible cuando el hombre y la mujer se abren a una nueva vida.
La Iglesia sigue estimando a los que lo hacen sin reservas.
EL CAMBIO EN LA ORIENTACIÓN DE LAS CIENCIAS SOCIALES
Desde el nacimiento del marxismo en la segunda mitad del siglo XIX hasta 1980 aproximadamente, fue casi universalmente asumido que la investigación científico-social era amiga de los ingenieros sociales de tendencia izquierdista.
Temprano las ciencias sociales adoptaron la hipótesis de Marx de que las relaciones sociales que no se caracterizan por una estricta igualdad material son injustas.
La investigación estadística y empírica fueron recibidas como un medio de desarraigar el prejuicio y la irracionalidad en la que las instituciones tradicionales fueron fundadas.
Por encima de todo - según el argumento - la familia, y con ella los roles de hombres y mujeres, se verían expuestos como sin cabida en la naturaleza.
Todo esto ha cambiado.
Muchos sociólogos continúan aferrados a las políticas radicales.
Pero su control sobre la disciplina se ha aflojado.
Desde hace muchos años, los estudios científico-sociales relativos a la familia han ayudado a iluminar, y un estudio reciente ha señalado que
"los puntos fuertes, indican la imposibilidad de sustitución de la familia."
En respuesta a Engels, y a las empresas progres, la catequesis tendrá que aprovechar con mayor confianza la abundante investigación disponible sobre los beneficios de la familia.

UN GRAVÍSIMO PROBLEMA: LOS HOMBRES NECESITAN SER LA FORTALEZA ESPIRITUAL DE LA FAMILIA
En nuestra cultura, la presencia paterna en la vida de los hijos es cada vez menor y menor.
En Occidente por ejemplo, esta ausencia ha contribuido en gran medida a la caída de la cultura cristiana.
En la actualidad, el 40% de los niños no crecen con su padre biológico.
Y este número va en aumento a medida que más y más parejas eligen el estilo de vida de la cohabitación y deciden no casarse.
Dado que los hombres en esas relaciones no están obligados por ningún voto matrimonial, se sienten menos responsables para quedarse en familia.
Y sobre todo si el matrimonio o crianza de los hijos comienza a ponerse difícil.
¿Cuáles son los resultados de hogares sin padre?
Echemos un vistazo a las estadísticas:
El 85% de los delincuentes vienen de hogares sin padre, el 90% de personas sin hogar provienen de hogares sin padre, el 73% de los adictos a las drogas provienen de hogares sin padre, el 63% de los suicidios de jóvenes vienen de hogares sin padre, el 80% de los violadores vienen de hogares sin padre, el 72% de los asesinos adolescentes creció sin padres.
PATERNIDAD ESPIRITUAL
Ahora bien, esta ausencia de los padres no sólo se aplica a la desaparición de éstos en la vida doméstica.
De hecho, lo que también estamos experimentando en nuestra cultura es la ausencia de padres en la casa en la vida espiritual, incluso cuando el padre está presente en la familia.
Casi nunca escuchamos que sean los padres o los abuelos los que pasan la fe a sus hijos.
Por lo general, la "iglesia" o la "religión" y se ve como algo reservado para las mujeres.
Las estadísticas realmente nos hacen darnos cuenta del hecho de que el 97% niños que tienen padres que no asisten a misa (incluso si la madre lo hiciera) nunca asistirían a misa de una forma regular una vez que salen de casa.
Los hombres son el fundamento espiritual de la familia y si el padre no toma esto en serio, tampoco lo harán sus hijos.
EN CONCLUSIÓN
Además de la oración para apelar a Dios en esta lucha por la familia, en la Tierra deberíamos poner énfasis en :
Las familias numerosas .
La madre cuidando la crianza de los niños .
El rol de la fortaleza espiritual que deben dar los hombres .
El cuidado de la relación amorosa y unificativa de los esposos .
Y obviamente la apertura a la fe y la oración
Fuentes:
- http://shop.sophiainstitute.com/Rebuilding-Catholic-Culture-P346.aspx
- http://www.catholicnewsagency.com/news/theologian-says-cultural-renewal-starts-with-catechism/
- http://www.touchstonemag.com/archives/article.php?id=16-05-024-v
- http://www.catholiclane.com/in-the-absence-of-fathers-a-story-of-elephants-and-men/
- http://www.fathermag.com/news/2778-stats.shtml
- http://feedproxy.google.com/~r/NCRegisterDailyBlog/~3/zXM3WsmKSGU/men