Según un estudio de la grafóloga Evi Crotti, Benedicto XVI tiene “un pensamiento refinado, introspectivo y ético, y un físico que no siempre ha respondido adecuadamente. Una gran voluntad de paz y de inmersión espiritual...”.
"Estamos avanzando hacia una dictadura del relativismo que no reconoce nada como definitivo y que tiene como su más alta meta su propio ego y sus propios deseos" (Benedicto XVI)
Un grave problema que deberá afrontar Francisco es la cristofobia del primer continente donde se consolidó el cristianismo, el continente europeo. Europa dejó la etapa de la indiferencia hacia el cristianismo para pasar directamente a la cristofobia, en especial en sus capas intelectuales y de poder.
Es habitual oír que estamos en una era post cristiana y eso significa que se está generando un cristianismo distinto del original, al que se le se le han ido agregando nuevos elementos y difuminando otros.