La población del mundo ha crecido sustancialmente en el último siglo y los católicos crecieron prácticamente en la misma proporción, pero ha cambiado dramáticamente la distribución de católicos por continente.
El mundo musulmán se está convirtiendo en más frágil que el occidental porque está convergiendo rápidamente hacia los mismos problemas de envejecimiento que occidente, pero con una décima parte de su productividad.
A las mujeres occidentales se les manipuló para reclamar el aborto con argumentos hedonistas, como una etapa para producir la despoblación mundial, reducir la población a ghettos en mega-ciudades y llegar a un gobierno mundial que controlará a toda la humanidad.