Hoy en día existe el supuesto de que “todos” van al cielo por defecto y quizás alguno al purgatorio, los más conscientes de sus pecados. La teología del fuego y el azufre ya no está de moda.
Se conoce poco que el papa Pío XII vio cuatro veces la “danza del sol”.
Fue en días cercanos a cuando promulgó el Dogma de la Asunción (1º de noviembre de 1950).
Aparentemente Sor Lucía habría manifestado que “el Cielo” aceptó la consagración realizada en 1984 por Juan Pablo II, pero otros discrepan de que eso no trajo la paz al mundo como habían prometido la Virgen y Jesús.