Los estudios muestran que no se produjo el calentamiento global en la Tierra predicho y sin embargo los científicos y medios del sistema siguen insistiendo en ello.
A las mujeres occidentales se les manipuló para reclamar el aborto con argumentos hedonistas, como una etapa para producir la despoblación mundial, reducir la población a ghettos en mega-ciudades y llegar a un gobierno mundial que controlará a toda la humanidad.
El ecologismo puede estar llenando la necesidad humana innata de religión. En la medida que la asistencia a la iglesia ha caído en el último siglo, el ecologismo ha emergido.
Mientras las evidencias muestran que en los últimos 15 años el planeta no se calentó y en el último año se han dado fuertes fríos, el poder político occidental y la ONU siguen hablando del calentamiento global y el cambio climático producido por el hombre y diseñando políticas para combatirlo.
Las políticas de población llevadas adelante por los organismos internacionales son una parte de un todo más grande, que incluye la desestimulación de los nacimientos, la anticoncepción y los abortos.