La eutanasia está ganando terreno en el mundo, y la pendiente resbaladiza está llevando a muchos a pedir la libertad de morir cuando lo deseen, apelando a su autonomía en las decisiones, en situaciones intolerables, para obtener una muerte digna según ellos.
La necesidad económica, junto con la “cultura de la muerte”, significarán que la generación que mató a sus hijos, a su vez va a ser muerta por sus propios hijos que sobrevivieron a la matanza.