Pero al final de los tiempos aparecerá el más crudo y fuerte de ellos que se dice que engañará aun a los elegidos.
Será responsable del último desencadenamiento del mal.
Y será eliminado por Jesucristo regresando físicamente al mundo.
En este video te voy a contar la visión que tuvo el gran místico Vladimir Soloviev sobre el ascenso y la caída de este último gran anticristo.
Desde el momento de la encarnación de Jesucristo, la historia del mundo se está moviendo inexorablemente hacia el apocalipsis
Y hacia la segunda venida y definitiva de Jesucristo, que vendrá en la gloria a recrear la creación.
Pero San Juan nos advierte que han habido muchas antítesis de Cristo en la historia, o sea anticristos, y que hay un espíritu del anticristo actuando.
Este espíritu intenta promover la idea que Dios no existe.
Y si esto falla, promover que Dios no se hizo hombre, para mostrar así la lejanía de Dios con el hombre.
Y de esta forma cortar el vínculo de conexión entre el cielo y la tierra.
De tal modo que si el hombre no puede llegar al cielo, la única salvación posible es en este mundo y no fuera de él.
San Juan dice también que cada vez que uno niega a Cristo está afirmando al anticristo, a su espíritu operante.
Pero San Juan escribe además que habrá un personaje definitivo y misterioso que aparecerá al comienzo de la batalla final entre el bien y el mal, por más que haya habido muchos pequeños anticristos y funcione un espíritu del anticristo.
El será el responsable del desencadenamiento final del mal.
La profecía católica dice que el anticristo vendrá luego de una era de paz.
Esa era de paz surgirá luego de una tribulación menor en la que Jesucristo regresará en espíritu, o sea espiritualmente, a la Tierra, para imponer al Gran Monarca, que gobernará de acuerdo al plan de Dios.
Pero luego con el paso del tiempo la fe de decaerá nuevamente y aparecerá este anticristo final, el gran anticristo.
Que será creyente en Dios, pero se revelará contra Dios
Y pretenderá suplantarlo en la tierra, cómo lo hizo Lucifer en el universo.
Llegará un momento en que será muy poderoso y los verdaderos creyentes en Dios serán una parte minúscula de los habitantes de la Tierra.
En 1900 un gran místico-teólogo-filósofo de Rusia, poco conocido en occidente, dio una mirada escalofriantemente precisa sobre este personaje.
En su libro el Anticristo, Vladimir Soloviev detalla una visión de los eventos de los siglos XX y XXI que marcan el desenlace del anticristo.
San Juan Pablo II específicamente escribió elogiosamente sobre Soloviev varias veces y lo mismo que Benedicto XVI.
Soloviev dice que al final aparecerá una persona extraordinaria en la escena, que muchos lo vieron como un “superhombre”, porque parecía ser de carácter noble, un gran escritor, pensador, filántropo, simpático a todos los necesitados.
Su gran inteligencia le permitía hablar sobre que uno debe creer en el bien, en Dios y el Mesías.
Él decía creer, pero se amaba sólo a sí mismo.
Sin embargo el ojo que ve Todo lo Eterno sabía que este hombre se iba a inclinar ante el poder del mal, tan pronto como se le ofreciera un soborno, debido a su inconmensurable amor propio.
Estaba tan enamorado de sus dones, que él pensaba que eran como los de Cristo.
Este hombre llegó a creer que iba a ser el salvador final del mundo.
Incluso se decía a sí mismo que fue llamado a ser el benefactor de la humanidad.
Pero mientras Cristo dividía la humanidad entre el bien y el mal, este impostor ahora venía a unirla por los beneficios que necesitaban tanto los buenos como los malos.
Este anticristo se mostró como un buen corazón, humanitario. Parecía amar a todas las formas de vida.
Él era vegetariano, estaba preocupado por la ecología, y era ecumenista.