Hoy, los estados en que el protestantismo fue la religión de estado son los que tienen más proporción de ateos, en clara diferencia con los países en que el catolicismo fue la religión de estado. Por lo tanto, no hay nada que festejar de la Reforma Protestante, si conduce al ateísmo.
Por siglos hubo dificultades para comprender las dos naturalezas, humana y divina de Jesucristo. Y así nacieron herejías, las cuales disfrazadas, han llegado hasta nuestros días.
Desde hace tiempo los obispos alemanes están caminando hacia la aplicación de un cambio pastoral y doctrinal en la Iglesia, proponiendo la comunión a los divorciados vueltos a casar y el reconocimiento de las uniones gay.