Los cristianos del Occidente están consternados por la caída de la asistencia a las iglesias y culpan a los videojuegos, o a la izquierda, o a los profesores y maestros, o a los ateos, pero tal vez la verdadera respuesta está más cerca de casa: sus propias familias.
El ataque contra la familia se está llevando a cabo por un pequeño grupo de militantes, que tienen poder, dinero y organización. Utilizan implacables técnicas cuasi-bolcheviques para abrirse paso en el control de las instituciones culturales, las organizaciones internacionales y tomar las riendas del poder político.
Parece claro que el éxito de un matrimonio aumenta en la medida que se consagran a Dios. O sea que Dios está entre ellos en su relación de pareja y en la familia, y ellos se donan mutuamente concibiendo que su relación tiene un contenido sobrenatural.
Un grupo de profesores de ciencias sociales presentaron la investigación académica que muestra la necesidad del niño de una madre y un padre casados, en un escrito presentado ante el Tribunal Supremo.
Las feministas de la vieja guardia toman al cristianismo como su enemigo natural, lo cual no es más que una reacción ideológica, porque ninguna otra espiritualidad es tan respetuosa de la dignidad de la mujer ni busca que la relación entre hombre y mujer tan sea simétrica y protectora de su posición.
Está siendo re testeado un nuevo fármaco que podría llevar a una mejora significativa del pensamiento, aprendizaje y posibilidad de vida independiente de las personas Down, así como lo ha hecho con ratones de laboratorio.